¿Existe Dios? El Argumento a favor de Dios, a partir de la creación.
Publicado: 25 junio, 2013 Archivado en: Apologética, Norman Geisler 7 comentarios¿Existe Dios? El Argumento a favor de Dios, a partir de la creación.
La idea básica de este argumento es que, así como hay un universo, este debió ser causado por algo más allá de él mismo. Esto se basa en la ley de la causalidad, la cual dice que todo objeto finito es causado por otro diferente a él. Este argumento asume dos formas distintas que trataremos por separado. La primera indica que el universo necesita una causa inicial; la segunda, que necesita otra causa actual para continuar existiendo.
El universo fue causado en el principio
Este argumento afirma que el universo es limitado porque tuvo un principio, y que tal principio fue originado por algo más allá del universo mismo. Esto puede formularse de la siguiente manera:
1. El universo tuvo un comienzo.
2. Lo que tiene un comienzo debe haber sido causado por otra cosa.
3. Por lo tanto, el universo fue causado por otra cosa, y esa causa fue Dios.
Para evitar esa conclusión algunos dicen que el universo es eterno; que nunca tuvo comienzo, que siempre existió y nada más. Carl Sagan señaló: «El cosmos es todo lo que es, fue alguna vez, o será». Pero tenemos dos respuestas a esa objeción. La primera de ellas es que la prueba científica respalda fuertemente la idea de que el universo tuvo un comienzo. El punto de vista que casi siempre sostienen quienes proclaman que el universo es eterno —llamada teoría del «estado constante» conduce a algunos a creer que el universo está produciendo constantemente átomos de hidrógeno a partir de la nada. Sería mucho más sencillo creer que Dios creó el universo a partir de la nada.
Además, el consenso de los científicos que estudian el origen del universo es que éste se formó de una manera súbita y cataclísmica, lo que llaman teoría del Big-bang o la Gran Explosión. La prueba principal de que el universo tuvo un comienzo es la segunda ley de la termodinámica, que afirma que el universo se está quedando sin energía utilizable. Es decir, que si está agotándose, no puede ser eterno. «Alguien tuvo que darle cuerda para que se esté acabando». Otra prueba del Big-bang es que todavía podemos encontrar radiación de esa explosión y ver el movimiento que ha causado Robert Jastrow, fundador y director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, dijo: «Debe haber una explicación lógica del explosivo nacimiento de nuestro universo; y si existe, la ciencia no puede hallar cuál es esa explicación. La pesquisa científica del pasado termina en el momento de la creación».
Más allá de la evidencia científica que demuestra que el universo empezó, hay una razón filosófica para creer que el mundo tuvo un punto de partida. Este argumento muestra que el tiempo no puede regresar a la eternidad pasada. Se ve que es imposible pasar por una serie infinita de momentos.
Uno puede imaginarse que pasa por un número infinito de puntos sucesivos en el vacío, moviendo el dedo de un punto a otro, pero el tiempo no tiene dimensiones ni es imaginario. Es real, y cada momento que pasa consume tiempo que no podemos recuperar; es más que pasar el dedo a través de un número interminable de libros en una biblioteca. Uno nunca llega al último libro. Aunque piense que lo ha hecho, siempre puede agregarse uno más, otro y otro … Uno nunca puede terminar una serie infinita de objetos materiales.
Si el pasado es infinito (lo cual es otra manera de decir: «Si el universo siempre hubiera existido sin un comienzo»), nunca habríamos podido pasar por el tiempo para llegar a hoy. Si el pasado es una serie infinita de momentos y justo ahora es donde termina, habríamos pasado por una serie infinita, y eso es imposible. Si el mundo nunca hubiera tenido un principio, no habríamos podido llegar a hoy. Pero llegamos a hoy; de modo que el tiempo debe haber empezado en algún punto particular del pasado y hoy ha llegado a un tiempo definido desde entonces. Por lo tanto, el mundo es un hecho finito, después de todo, y necesita una causa para su comienzo.
Ejemplo:
Dos clases de series infinitas
Hay dos clases de series infinitas: una es abstracta y otra concreta. La serie infinita abstracta es un infinito matemático. Por ejemplo, como cualquier matemático sabe, hay un número infinito de puntos en una línea entre el extremo A y el B, no importa cuán corta o larga sea la línea. Digamos que los puntos son dos sujetalibros separados por un metro. Ahora, como todos sabemos, aunque haya un número infinito de puntos matemáticos abstractos entre los dos sujetalibros, no podemos poner un número infinito de libros entre ellos, ¡no importa cuán delgadas sean las páginas! Tampoco importa cuántos metros de distancia pongamos entre los sujetalibros, pues, de todos modos, no podemos poner un número infinito de libros entre ellos. De manera que si las series infinitas matemáticas abstractas son posibles, no lo son las series infinitas reales.
Ahora que sabemos que el universo necesitó una causa para su comienzo, prosigamos con la segunda forma del argumento, la cual muestra que también necesita una causa para continuar existiendo.
El universo necesita una causa para su existencia continua
Algo nos mantiene existiendo precisamente ahora, en este momento, para que no desaparezcamos sin más ni más. Algo ha causado no solo que el mundo sea (Génesis 1:1) sino que también continúe y conserve su existir en el presente (Colosenses 1:17). El mundo necesita tanto una causa originadora como una causa conservadora. En cierto sentido, es la pregunta más elemental que podemos hacer: «¿Por qué hay algo en vez de nada?» Eso puede plantearse de la siguiente manera:
1. Las cosas finitas, cambiantes, existen. Por ejemplo, yo. Debo existir para negar que existo; de modo que, de una u otra manera, debo existir realmente.
2. Cada cosa finita, cambiante, debe ser causada por otra cosa. Si es limitada y cambia, no puede existir independientemente. Si existiera independiente o necesariamente, debería haber existido siempre sin ninguna clase de cambio.
3. No puede haber un regreso infinito de estas causas. Es decir, uno no puede seguir explicando cómo esta cosa finita causa esta otra, la que a su vez causa otra cosa finita, y continuar con lo mismo. En realidad, eso es posponer indefinidamente la explicación. Eso no explica nada. Además, si hablamos de por qué existen cosas finitas en el presente, no importa cuántas causas finitas pueda uno alinear como explicación puesto que, a su debido momento, habrá una causa que origine su propia existencia, lo que es simultáneamente efecto de esa causa. Eso carece de sentido. Por lo tanto, ningún regreso infinito puede explicar por qué existo hoy.
4. En consecuencia, debe haber una primera causa incausada de toda cosa finita cambiante que existe.
Dios los bendiga.
Geisler, N., & Brooks, R. (1997). Apologética: Herramientas valiosas para la defensa de la fe. Miami, FL: Editorial Unilit.
Brillante * sumamente BRILLANTE. Me gustaria leer la opinion de Sr. Carl Sagan. Sea bendecidos mas en sabiduria y temes facinantes como este.
Jose:
Gracias por tu comentario, Dios te bendiga. Los escépticos como Sr. Carl Sagan con tal de no creer siempre tendrán alguna objeción.
Lo importante es, que si hay razones lógicas para creer en un despeñadero del universo
Dios te bendiga.
La Premisa #4: Uno no se puede plantear una cadena interminable de causas causadas. Esto parece ser solo obvio, pero si Usted necesita algunas razones del por qué esto es así, trataré, aun cuando parece ser que la cosa más obvia, es la más difícil de explicar. Si las causas del universo mismo necesitaran una causa, y la causa de esa causa necesitara una causa, ad infinitum, la cadena de causas nunca podría ser puesta en movimiento. Una serie infinita es imposible porque un movimiento más (o causa) podría ser siempre adicionado. Pero es imposible agregar a un infinito. Más, si hubiera un número infinito de causas, habría un número infinito de momentos en los cuales el acto de causación tomaría lugar. Pero si hubiera momentos infinitos, el momento actual nunca hubiera llegado, ya que es imposible atravesar un número infinito de momentos. El infinito cuantitativo es simplemente una convención de las matemáticas, pero no tiene contrapartida metafísica. Sin una causa primera, en la serie, no hay causalidad.
Joaquín:
Dios te bendiga, gracias por tus comentarios y tu visita.
Esto sería como una caminadora en la casa, jamas puedes avanzar, por mas pasos que das siempre estas en el mismo lugar.
Saludos
Las obras de Carl Sagan parecen más escritura poética que filosofía o metafísica siquiera: «Si queremos que nuestro planeta sea importante, hay una cosa que podemos hacer: hacemos nuestro mundo significante mediante el coraje de nuestras preguntas y la profundidad de nuestras respuestas» «Cosmos», Carl Sagan.
Yo me pregunto: ¿por qué hace eso nuestro mundo más significante? ¿Por que lo dice Carl Sagan? ¿Eran más felices o se sentían más autocompletos los hombres pensantes con túnicas blancas en la antigua grecia o los guerreros «valientes de la madre lobo» en el nórdico europeo? el ateísmo expresado aquí en la supuesta mente mas brillante del siglo XXI en los EE.UU. no nos deja más que con ilusiones sin fundamento… ¿Como haremos para comparar y evaluar el nivel de felicidad de un hombre que tiene un Ipod con dos mil canciones; con aquel hombre de antaño que al atardecer escuchaba la misma sonata de flauta que se sabía su amigo de toda la vida? La verdad es que el ateísmo me parece de lo más insulso que hay…
Yo no he volado un F-16 y es un sueño platónico mío. ¿Soy menos feliz o estoy menos completo que un piloto de la USAF? ¿El hacer preguntas más profundas me hace más feliz que aquel que simplemente contempla una flor y ayuda a su prójimo sin preguntarse ni esperar nada? Si podemos observar: entre más descubrimos más preguntas aparecen, puede decirnos el Señor Sagan (es retórica la pregunta, este señor ya partió) en que momento tendrá más sentido nuestro mundo ¿Ahora que sabemos menos o luego que aprendamos más y nos demos cuenta que sabemos aún mucho menos? Me gustaría decir que esto es irrisorio, pero supongo que es válido respetar las creencias del Señor Sagan, aunque sean subjetivas, mientras ellos (los que piensan como Sagan), pretenden quitarnos ese conocimiento objetivo que tenemos: el TESTIMONIO de Jesucristo por medio de sus apóstoles y discípulos.
Para los antiguos filósofos estoicos, la infinidad no ofrecía problemas cuando se la consideraba de un modo no crítico. Los estoicos creían que el mundo se hallaba rodeado por un vacío infinito y que el tiempo se repetía interminablemente en una serie infinita de ciclos.. No se les ocurrió preguntarse por qué ocupaba el mundo una posición concreta en el vacío y no cualquier otra. De haber sido así, tal vez hubieran comprendido que hablar de “posición” en semejante contexto carece de significado. Al fin y al cabo, sí hay un vacío y sí el mundo fuera desplazado a alguna distancia de su posición presente, nada habría cambiado: continuaría teniendo una infinidad de espacio vacío. No inquirieron cómo comenzó el tiempo cíclico, o cómo fue posible que se produjera un número infinito de ciclos. De haberlo hecho, quizás hubieran entendido que la infinidad no era una idea tan simple como ellos la juzgaban.
May:
Dios te bendiga, gracias por tu comentario
Sin duda el pensamiento antiguo esta plagado de fallas.
saludos