El versículo más famoso

El versículo más famoso

Por: Luis Palau

Juan 3.16 (RVR60) 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Según información recibida de las Sociedades Bíblicas, este versículo ha sido traducido a más de 1900 idiomas y dialectos en todo el mundo. Se lo conoce como el versículo más famoso de las Escrituras. Y alguien ha declarado que no sólo es el más famoso sino también el más grande.

16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Este versículo es el corazón mismo del glorioso evangelio de nuestro Señor Jesucristo. El mundo—todo el mundo—debe oírlo, proclamarlo y explicarlo.

A. El dador más grande

Vemos a Dios como el más grande dador: “De tal manera amó Dios.” (Ver también 6:32, 51; 10:28; Mt. 20:28; Lc. 11:13; 12:32; Ro. 8:32; Ef. 3:16; 1 Ti. 6:17).

B. El amor más grande

“De tal manera amó Dios al mundo …” ¿Acaso hay amor más grande que el de Dios? (Os. 14:4; Ap. 1:5). A pesar de nuestra rebelión contra él, Dios nos ama. Nos ama con amor eterno (Jer. 31:3; Jn. 13:1).

C. El alcance más grande

Se nos dice que Dios amó al mundo. Nadie queda excluido (Is. 45:22). No hay persona que esté fuera del alcance del amor de Dios, por más bajo que haya caído, por más lejos que se haya ido o se haya apartado de Dios (2 Co. 5:19).

D. El regalo más grande

“Ha dado a su Hijo unigénito”. Dios nos dio todo, ni siquiera nos escatimó a su propio Hijo (Ro. 8:32) y lo regaló al mundo, lo hizo hombre, lo mandó a la cruz y lo resucitó. Dios no vende a su Hijo, no lo intercambia por buenas obras (Ef. 2:9). Dios regala la salvación, por eso dice que nos ha dado a su Hijo (1 Jn.3:1).

E. El personaje más grande

Dios envió a su Hijo único, Jesucristo. Nunca ha habido en la historia del mundo personaje más grande. Aun ha llegado a dividir la historia en dos grandes eras. (Ver Fil. 2:10–11; Col. 1:15–20; He. 1:2.)

F. La oferta más grande

“Para que todo aquel que en él cree”. Ninguno está excluido de la oferta divina, de su regalo. Es para todos, por más lejos que algunos se sientan de Dios, por mucho que se hayan rebelado, por mucho tiempo que hayan sido indiferentes a él (2 P. 3:9).

G. La sencillez más grande

La única condición es creer. La salvación que Dios ofrece se recibe como un regalo y se recibe por una sencilla decisión de fe (Jn. 20:31; Ef. 2:8).

H. La salvación más grande

El propósito de Dios es que todo aquel que cree no se pierda. Es una verdad cuyo complemento está en la declaración paulina de que “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Ro. 8:1).

I. La posesión más grande

La vida eterna es la posesión más grande que podamos tener. La máxima posesión del ser humano (Jn. 10:28; Ef. 2:5). Tener a Cristo en el corazón es tener la vida eterna (1 Jn. 5:20).

J. La decisión más grande

Hay una crucial decisión que debe tomar el ser humano. Es lo único que no puede hacer Dios por el hombre. Todo lo demás lo hizo; la decisión es de cada uno. (Ver Jos. 24:15–16; Jer. 21:8).

¡Gloria a nuestro Dios y Padre celestial por esta salvación tan grande y tan sencilla!

Palau, Luis. Comentario Bı́blico Del Continente Nuevo: San Juan I. Miami, FL: Editorial Unilit, 1991.

 



Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s