¿Qué dice la Biblia acerca del endeudamiento de un cristiano?
Publicado: 22 diciembre, 2010 Archivado en: Endeudamiento de un cristiano 2 comentarios¿Qué dice la Biblia acerca del endeudamiento de un cristiano?
Artículo escrito por: GotQuestions.org
Pablo nos encomienda no deber a nadie nada sino el amor en Romanos 13:8, este es un poderoso recordatorio del desagrado de Dios por toda forma de endeudamiento que no ha sido pagada de manera puntual (ver también Salmo 37:21). Generalmente pensamos en la deuda en términos de una obligación monetaria; pero a la luz del contexto de todo este pasaje (Romanos 13:1-10), Pablo parece tener en mente una estricta opinión sobre la deuda (Romanos 13:7). No solo habla sobre pagar impuestos, intereses, y tarifas impuestas por nuestros propios gobiernos, sino que también debemos respetar y honrar a aquellos en alta autoridad. Todos nosotros somos deudores de la gracia de Dios. De la misma manera como Él nos ha mostrado Su amor, también nosotros debemos hacer extensivo ese amor a todos aquellos alrededor nuestro con quienes vivimos y trabajamos, aún a aquellos que nos cobran impuestos y nos gobiernan.
Algunas personas cuestionan el cargo de cualquier interés sobre préstamos, pero muchas veces en la Biblia vemos que es de esperarse el recibir una tarifa justa de interés sobre el dinero prestado (Proverbios 28:8, Mateo 25:27). En el antiguo Israel, la ley prohibía cargar intereses en una categoría de préstamos – aquellos hechos a los pobres (Levítico 25:35-38) Esta ley tenía muchas implicaciones sociales, financieras y espirituales, pero hay dos en especial que vale la pena mencionar. Primero, esta ley ayudaba genuinamente a los pobres al no empeorar su situación. Era ya bastante malo el haber caído en la pobreza, y pudiera ser humillante el tener que buscar asistencia; pero si adicionalmente al pago del préstamo, una persona pobre tenía que ser aplastada por el pago de intereses, la obligación resultaría más perjudicial que benéfica.
En segundo término, la ley enseñaba una importante lección espiritual. Para un prestamista el hecho de no cargar los intereses del préstamo a una persona pobre era un acto de misericordia, porque estaría perdiendo el uso de ese dinero mientras estaba prestado. Sin embargo, esa sería una manera tangible de expresar gratitud a Dios por Su misericordia, al no cobrar a Su pueblo “intereses” por la gracia que Él les había concedido a ellos. Así como misericordiosamente Dios había sacado a los israelitas de Egipto cuando ellos no eran nada sino esclavos sin dinero y les había dado una tierra para que la poseyeran (Levítico 25:38), de igual manera Él esperaba que ellos practicaran una bondad similar hacia sus propios compatriotas pobres.
Los cristianos se encuentran en una situación paralela. La vida, muerte y resurrección de Jesucristo ha pagado nuestra deuda de pecados a Dios. Ahora, mientras tengamos la oportunidad, podemos ayudar a otros en necesidad, particularmente a quienes son nuestros hermanos en la fe, con préstamos que no aumenten sus problemas. Jesús aún enseñó este principio en la parábola acerca de dos deudores y su actitud hacia el perdón de la deuda (Mateo 18:23-35). ÉL también instruyó a Sus seguidores diciéndoles: “… de gracia recibisteis, dad de gracia.” (Mateo 10:8)
La Biblia no expresa ni prohibiciones ni permisos sobre el préstamo de dinero. La sabiduría de la Biblia nos enseña que usualmente no es buena idea endeudarse. Las deudas nos hacen esencialmente esclavos de aquel a quien debemos. Al mismo tiempo, en algunas situaciones, el endeudarse es un “mal necesario”. En tanto que el dinero sea manejado de una manera sabia, y los pagos de la deuda sean manejables – un cristiano puede tener la carga de una deuda financiera si resulta necesario.
¿Si pides prestado, pagas a tiempo? ¿Si prestas dinero, eres justo con los intereses que cobras? Puedes dejar tu comentario en este blog
Publicado por Pastor Damián Ayala.
recien es la segunda nota que leo , y yo te quiero ver cuando estas quebrado y no tenes para comer que vas a hacer… Y si sacas un prestamo en un banco y te cobran el 35 % de intereses ¡¡¡ y de repente te encontras en a lona .. no se hable mas Gracias por los articulos no me sirven para la depresion que tengo saludos y Feliz año ¡¡¡ Espero mejor
Hola Gustavo:
Este artículo no es para quitarte la depresión o para que salgas de tus deudas. Sólo la gracia de Dios nos saca de esos apuros. Lo que sí dice este artículo es que si tienes deudas y de pronto tienes para pagar, que no te hagas el loco y pagues, que no malgastes tu dinero y salgas de la deuda con la frente en alto, sabiendo que es Dios el que provee para salir y nos levanta de la lona en el aspecto que sea, no sólo en el económico.
Tú no has visto la vida de un servidor o la del Pastor Ayala, claro que hemos estado en la lona, gracias a Dios, ¿sino, como conoceremos en carne propia de su gracia y poder sobrenatural? Y no sólo en la lona, hemos cavado un pozo muy profundo y desde ahí nos han rescatado. Cuando no hay para comer, tal vez Dios quiere que ayunes y en oración clames por su invaluable gracia, Él proveerá, lo he visto muchísimas veces, soy testigo.
Sé que es muy complicado no tener recursos para vivir o comer y tener que estar endeudado, pero (y no quiero ni deseo ver a nadie así) cuando todo el dinero del mundo, sea tuyo, prestado o como quieras no puede quitarte un cáncer, no puede suplir un órgano de tu cuerpo, no puede comprar la salud de un ser querido, no puede darte la paz de Dios (como muchos “ricos poderosos” que viven presos y esclavos de ellos mismos, hundidos en corrupción, engaños, adulterio, drogadicción, muerte…).
¿Crees que Dios a sus hijos no les dé la fuerza y sabiduría para permanecer en Él, para saber que Él es todopoderoso? Esa es la verdadera fe Gustavo, esperar en nuestro Salvador.
¿Crees que estos actuales sufrimientos (de cualquier tipo) se comparan con la ira de Dios en la eternidad (el infierno)?
!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10.31
Ni tú, ni yo, ni nadie sabe a cabalidad lo que es el verdadero sufrimiento, sólo Jesucristo, que siendo sin mancha y limpio de pecado sufrió la ira de Dios en la Cruz, Él pudo satisfacer legalmente la necesidad de justicia que reclama el Padre.
Así que, mi estimado Gustavo, llénese de fe que es un regalo de Dios, sabiendo que Él ya pagó por todo lo que nos iba a acontecer y nuestro Señor Jesús tiene toda la potestad en el Cielo y en la Tierra para dar regalos sobrenaturales a quien Él quiera, y si pedimos con fe, siempre recibiremos una respuesta de Dios.
Galatas 2.20 dice: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
¡Ánimo Gustavo! ¡CÍÑETE! y sirve al Señor, trabaja como si trabajaras para Dios, y cuando llegues a tu casa, CÍÑETE otra vez, un round a la vez confiando en la superabundante gracia de Dios. CÍÑETE y comerás a la mesa del Señor todos los días de tu vida.
Ceñirse significa vestirse de nuevo, vestirse adecuadamente, tener ropas nuevas para la ocasión. Por lo tanto es en la fe en Cristo que nos vestimos todos los días y así buscar el reino de Dios y su justicia primeramente. Lo demás viene por añadidura. Las vestiduras nuevas o limpias se lavan en la Sangre de Jesús, creyendo absolutamente que su Sangre nos limpia, regenera y nos justifica ante Dios nuestro Padre, fue por la Sangre Divina derramada en la Cruz que Dios mismo provee las nuevas ropas para que en fe nosotros podamos ceñirnos en toda ocasión y servir a Dios en los demás.
Lucas 17.7-10
7 ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del
campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?
8 ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido
y bebido; y después de esto, come y bebe tú?
9 ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.
10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid:
Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Bendiciones en Cristo,
Héctor Reséndiz